La vida surge...

y todo cambia. Una pequeña vida forma parte ya de la nuestra. Mi primer sobrino ya está aquí y no se si es pasión de tía pero me parece tan bonito, tan adorable, tan perfecto...

Estuvo pensando en salir unas 6 horitas y media, y nosotros esperándolo. Parece que le va a gustar el protagonismo porque nos tuvo en vilo durante toda la madrugada y toda la mañana. Y cuando ya nos parecía que llevábamos una eternidad esperando aparece mi hermana con su niño...

Ese olor tan peculiar, tan característico, tan de bebé que dan ganas de darle achuchones, apretones y miles de besitos. Y cómo llora...me encanta! Me gusta la carita que pone cuando va a romper a llorar, se pone coloradito y nada, a demostrar que de pulmones viene igual de perfecto que el resto del cuerpo.

Mirándolo en su cunita, pensaba en su futuro, en qué será de mayor, cuantos desengaños se llevará, como lo tratará la vida,  ¿será feliz? Es pronto para pensar y preocuparse por eso.  

Ahora en lo que pienso es en darle todos los mimos que me exija, todos los caprichitos que quiera, cogerlo mientras pueda porque los bebés crecen a la velocidad de la luz y quererlo mucho.

Pequeño Rafa, acabas de nacer y no sabes cuanto te quiero ya...