jueves, 3 de julio de 2014

Pobres niñas

Ya han pasado unas semanas de la proclamación del nuevo Rey y he esperado el tiempo prudencial para escribir sobre un comentario sobrecogedor. 

He leído en blogs opiniones sobre la nueva Reina y he escuchado comentarios ridículos y absurdos. Observaciones también de gente de a pie. Uno de ellos fue "pobrecitas las niñas". Al principio me chocó mucho ese comentario que también lo ha hecho alguna que otra periodista. Mi primera reacción, la que sale sola sin pensar mucho es "¿pobres esas niñas?, pobres los niños que no tienen para comer, que no tienen posibilidad de ir al colegio, que no saben lo que son unas vacaciones en la playa..." Esas "pobres niñas" tienen una vida cómoda asegurada, buenos médicos, saben que mañana van a comer, que en verano se van de vacaciones y lo que para nosotros es un problema, para ellas ya se lo dan resuelto. 

Esta es la primera contestación sin mirar la otra cara de la moneda. Pero pensándolo mejor, decir "pobres niñas" es quedarse bastante corto. Pobres porque han nacido con un destino impuesto, o al menos con un camino que hay que seguir, serán observadas, cuestionadas, criticadas, y pobres si sacan los pies del plato...

Hablaban de Leonor, de la Princesa de Asturias y de la preparación que ya está recibiendo. Una educación como la que su padre recibió, militar también, por supuesto, le guste o no. Tanto ella como su hermana aguantaron toda la jornada de proclamación como verdaderas adultas. Están educadas así, para eso.

Todo esto me llevaba a pensar en el destino de cada persona. Nacemos con un destino se supone mejor o peor escrito, pero esta niña ¿lo tiene impuesto? Sí. Su educación es diferente al resto de niños de su edad, observada, mirada, estudiada, cuestionada...¿alguien envidia ser reina de España? ¿Princesa? Yo, sinceramente, no. Tengo mi trabajo, estudié lo que quise, elegí a mis amigos y a mi pareja, entro y salgo sin darle cuentas a nadie, voy de compras, como donde quiero. No estoy sujeta a una agenda ni tengo que avisar de dónde o con quien voy.

Si Leonor decidiera renunciar a la corona porque no quiere esa responsabilidad y la cambia por su libertad, la que se liaría. Es más, pienso que desde ya le estarán inculcando que eso no puede ser. Que nació para ser reina porque es hija de reyes y que ha estado preparándose para eso durante toda la vida. 

Ser reina no es una lotería, es un papelón. Y yo también soy reina. Lo soy de mi casa, de mi vida, de mi destino.

Y ahora, después de varios días, tengo que darle la razón a esa señora que comentaba "pobrecitas niñas".


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