Dicen los expertos que las manías son simbólicas, que manifiestan el lado oculto de nuestra personalidad y ciertas preocupaciones inconscientes. Para saber si las nuestras son hábitos u obsesiones basta con fijarnos en el tiempo que le dedicamos a esta costumbre o manía.
En mi caso, tengo que comprobar varias veces si he desconectado la plancha, si he cerrado bien la puerta de casa al salir, no puedo dormir con la puerta del vestidor abierta, ordenar la ropa por colores y no quitarle la etiqueta hasta que no me la pongo, con lo cual esto conlleva a perder tiempo en quitársela, pero sigo haciendo lo mismo.
Una manía o costumbre, rara en mí, al menos a mi parecer, es oler por dentro una revista , Vogue,cuando la compro. Es algo mecánico y me sale solo, y no huele ni a perfume, ni a moda, ni a estilo, pero me encanta el olor.
Los psicólogos apuntan que las manías se van instaurando en nosotros poco a poco y nos confieren seguridad conformando así un mundo propio en el que nos sentimos cómodos y tranquilos.
Nuestras manías, ¿son obsesiones? ¿queremos controlarlas? ¿nos sentimos así más seguros? ¿nos condiciona el día a día o nuestra forma de ser?
Las manías más frecuentes son: las de orden, limpieza y supersticiosas. Y los expertos señalan que para distinguir la manía de un problema, la pista que debemos seguir es averiguar si existe malestar o ansiedad o si repercute en nuestra relación con los demás. Si existiera estos casos entonces no es una manía es un problema que habría que tratar.
Sea como sea, me siento más segura si compruebo varias veces que he desconectado los aparatos eléctricos y que nadie podrá entrar en mi casa porque me he asegurado de que está bien cerrada...