viernes, 30 de septiembre de 2016

Termino y te llamo

Y sabes que no es verdad. Lo que pasa es que nos gusta ponernos límites porque no somos capaces de hacerlo en el momento.

Jugamos al "si la próxima persona que suba al autobús lleva un jersey rojo lo hago", y si no pues para la próxima.

Con lo fácil que es coger el toro por los cuernos y terminar con ese come come que no nos deja ser libres.

A mí me está pasando eso. Desde el pasado mes de abril tengo una llamada pendiente que sé que tengo que hacer, pero no me atrevo. Me da miedo obtener una respuesta desagradable de la otra persona, me da miedo a que se ría de mí, a que piense que soy ridícula...

Pero tengo que hacer esa llamada. Se la debo y cada día que pasa es peor. Y ese momento va a llegar, el día que menos lo espere, cuando ya no pueda más voy a coger el teléfono y voy a intentar decirle todo lo que me consume.

Y si pierdo pues pierdo y ya está. Pero si gano...

Venga, cuando me la termine te llamo...

Y esta vez sí. 


martes, 20 de septiembre de 2016

Otoño

El otoño es...

Un té mientras escribo. 
Es mirar fotos del verano y creerlo lejano.
Buscar una mantita para ver una película.
Es tomar un café mirando por la ventana mientras llueve.
Llevar una chaqueta porque ya no hace calor.
Ver las hojas doradas de los árboles en el suelo.
Merendar churros con chocolate algún domingo que otro.
Es leer un libro arropada.
Es hacer nuevos planes.
Es escuchar canciones románticas e imaginar que eso que tanto deseas va a pasar.
Es esperar los primeros copos de nieve.
Es estrenar abrigos, botas, sombreros, guantes...
Es guardar todo lo relacionado con el verano.
Es sentir el frío en la cara y sentirte vivo.
Es el relleno de borreguito.
Es la crema de zanahoria, y la de calabacín y la sopa...
Es...
Es...
El otoño es maravilloso. 






Imágenes: Pinterest. 

viernes, 16 de septiembre de 2016

Cosas sobre mí

Actualmente vivo en Granada y estoy encantada.

Echo de menos a mi familia. No echo de menos a mi ciudad de origen.  

Me gusta leer y leo todo lo que puedo.

Me gusta escuchar música y me inspira para hacer montajes de fotos y vídeos.

No me gusta escuchar música por la calle porque me aisla tanto que necesito escuchar los ruidos de la calle.

Llevo cosas en el bolso que no necesito pero me gusta llevarlas.

Me he portado siempre bien con mis amigas. Ellas conmigo no. Me han traicionado.

Uso crema de manos desde que vivo en Granada. El clima me cambió la piel.

Me gusta subir al mirador de San Nicolás y sentirme afortunada. La Alhambra desde allí impresiona.

Me gusta escribir y tengo muchas libretas donde apunto frases que se me ocurren y escribo algún texto.

Me gusta ver vídeos en YouTube.

Fui presentadora y redactora en una televisión local y aunque me lo pasé muy bien no lo volvería a hacer.

Desde hace algunos veranos voy de vez en cuando a la playa nudista.

Me gusta mucho el color rosa, pero desde hace un tiempo estoy vistiendo con colores como el blanco, el negro o el gris. 

Me gusta hacer deporte porque mentalmente me sienta muy bien.

Me gustan los zapatos de tacón y adoro las bailarinas.

Me encanta el maquillaje y la cosmética.

He visto la serie "Sexo en Nueva York" mil veces. Y la sigo viéndola.

Tengo muchos documentales de diseñadores de moda y no me canso de verlos.

Me gusta mucho más el invierno que el verano. 

Me gusta la cerveza y el vino tinto.

Adoro la nieve.

Tengo un labrador retriever que se llama Fendi y solo me da alegrías.

No tengo hijos porque no quiero ser madre. No es un meta en mi vida. 

Lloro mucho menos que antes.

Mi marido y yo formamos una pareja estupenda.

Me gusta el cine.

Detesto a la gente falsa. 

No quiero recuperar amistades pasadas. No me interesa.

Tengo un sobrino de casi cinco años y lo quiero con locura.

No me gustan las tartas de cumpleaños.

Celebro los días importantes del año y no solo los señalados. Sino los significativos para mí.

Desde que pienso que cada día que vivimos puede ser el último exprimo más la vida y soy más feliz.

Tengo presentimientos que suelen cumplirse.

Doy segundas oportunidades. Tres no.

Creo en Dios. También soy rociera de corazón.

Me gusta mucho la gente que estoy conociendo actualmente.

Hago muchas fotos.

Grabo muchos vídeos.

Siempre he tenido mucha suerte en el amor.

No me gusta que me regalen ramos de flores. 

Soy romántica.

Sigo teniendo algunos miedos. He superado otros muchos.

Escribo en color rosa en mi agenda, en mi blog y en mis notas personales.

Soy muy agradecida. De hecho te agradezco que hayas leído hasta aquí.

¡Gracias!




miércoles, 7 de septiembre de 2016

Conversaciones pendientes

¿Cuántas conversaciones tenemos pendientes? Párate y piénsalo. 

Una conversación pendiente con aquella amiga que se enfadó sin motivo. Con una expareja que al dejar la relación se quedaron cosas sin decir y que ahora las dirías, con un exjefe que no te trató bien, con uno que te trató genial, con aquella persona que te dio una oportunidad y creyó en ti cuando nadie lo hacía...

¿Cuántas conversaciones tienes pendientes?

Yo tengo algunas, varias, muchas tal vez. Y no puedo cerrarlas todas, no puedo zanjar todos esos temas que han quedado colgados. Y no es por falta de ganas, o desidia, u orgullo. 

No.

No puedo mantener mi última conversación pendiente con una persona que fue importante porque ya no está. Ya no vive. Se fue y yo me enteré al año de su marcha.

Me enteré por una red social. Ayer, por la tarde. Quería saber de ella, cómo estaba, qué había estudiado, dónde vivía, cuántos hijos tenía...

Tenía.

Me impactó tanto la noticia que volví a 1994. Año en que nos conocimos y nos hicimos amigas. La amistad duró unos tres años, se rompió por un malentendido causado por la edad, éramos niñas, íbamos al colegio. Nos recogíamos cuando salíamos a las doce de la noche. Pero nunca dejé de tenerle aprecio, cariño.

Pasaron los años. Algo más de veinte y yo he tenido esa conversación pendiente en mi cabeza. Siempre pensé que el destino haría algo así como encontrarnos y hablaríamos. Pensé que gracias a las redes sociales sabríamos la una de la otra y que una de las dos nos diríamos algo. No ocurrió.

Y ahora tengo una rara sensación. Porque en mi cabeza había visualizado cómo sería esa charla. 

Quiero creer que ella, desde donde está, sabe lo que siento y todo lo que quería decirle, que si no se podía recuperar la amistad al menos que supiera que jamás le guardé rencor y que me alegraba por todo lo que había conseguido en la vida. Me tranquiliza saber que ella lo ve y lo sabe. 

Debemos zanjar temas pendientes, sobre todo si son temas para pedir perdón o agradecer algo. 

Creemos que tenemos toda la vida por delante y es tan frágil...

¿Empezamos ya? 




viernes, 2 de septiembre de 2016

Volver...

A septiembre. Volver a empezar lo que para algunos es el comienzo del nuevo año.

Volver a la rutina normal del trabajo, las clases, los cursos, los propósitos.

Volver a emprender nuevos proyectos o retomar los que dejamos en el cajón el mes de junio.

Volver a poner al día la agenda de llamadas pendientes, a intentar recuperar las quedadas con amigos que nos hacen reír, que nos cuentan sus cosas, que son confidentes.

Volver a probarnos la ropa que dejamos colgada en marzo. Y sonreír porque todavía nos queda bien. O llorar y buscar en el cajón donde tenemos la propaganda de comida rápida, aquella publicidad de ese estupendo gimnasio.

Volver a pensar en la caída de las hojas. Hojas doradas que cubrirán los parques por donde pasearemos. Por las calles donde va la gente con prisa. Esa misma gente que hace poco días estaba tumbada en la playa. 

Volver a hacer lo mismo que todos los septiembres. 

Volver, volver, volver...

¿Volverás a llamarme?