viernes, 21 de abril de 2017

Algo sobre mí

¿Qué suelo desayunar? 

Lo habitual es Cola Cao, cereales y tostadas con jamón ibérico o pavo cocido.

Un accesorio que hace mucho que tengo.

Mi agenda que es de recambio. La tengo desde hace muchos años. Y me encanta. 

Cuál es la prenda con la que más tiempo llevo.

Una cazadora vaquera. Es especial porque me la compré con mi primer sueldo.

Cuál es mi tesoro familiar favorito.

Las fotos que nos hemos hecho.

Cuál es mi flor preferida.

La rosa blanca me encanta. Y la gerbera.

Cuál es mi estación preferida

El invierno porque en Granada nieva y me gusta ver la montaña vestida de blanco.

Qué tres cosas no pueden faltar en mi bolso.

Mi neceser, mi teléfono y mi libreta del trabajo.

Qué es en lo primero que me fijo cuando conozco a alguien.

En su forma de vestir, en su ropa. 

Un lugar donde tengo ganas de ir.

Londres

Qué es lo mejor de mi trabajo.

Que no lo considero trabajo porque me apasiona.




domingo, 16 de abril de 2017

Semana Santa 2017

Este año he tenido muchas ganas de Semana Santa. Ha habido otros años que por diversas circunstancias no me he sentido animada, pero este año la he vivido a tope.

Soy creyente. Creo en Dios pero no soy practicante. No suelo ir a misa, pero hablo con Dios cuando entro en una iglesia. Le doy las gracias por la vida que tengo y cuando tengo que pedirle algún favor lo hago con mucha fe. No creo en los curas. No me confieso desde hace muchos años pero si lo tuviera que hacer, lo haría con Dios directamente y comulgaría porque me sentiría libre de culpa.

He vivido la mitad de la Semana de Pasión en Granada y la otra en Huelva. En Huelva, un año más pude acompañar al Nazareno al que tengo que agradecerle todo lo que me ofrece. Quiero pensar que gracias a Él hoy estoy mejor que nunca. 

De todo esto hablaba con un amigo que es ateo. No cree en nada de esto y yo tampoco tengo interés en convencerlo de mis creencias. Pero respeta mi religión, no se ríe de cuando hablo así, de lo que creo. No se mofa y no hace chistes de mal gusto. De eso se trata, de respetar las ideas de los demás. No sé si yo estoy en lo cierto o lo está él. Pero me gusta creer en Dios, me gusta y me da confianza el pensar que hay una fuerza justa que nos pone en el camino todo aquello que nos merecemos, bueno o malo, ya sea para aprender o como recompensa a nuestras buenas acciones.

Es increíble la cantidad de gente que es católica. Que sigue a sus imágenes. En mi caso al Cristo Nazareno. El Señor de Huelva. Es algo muy distinto lo que siento cuando lo veo en la calle en procesión, o en la iglesia de otros Cristos. Siento como si supiera que estoy ahí, a su lado. 

Soy feliz siendo creyente. Y solo pido que el año que viene me encuentre bien para poder acompañar al Nazareno en procesión en la Madrugada. Vivir de nuevo esos mágicos momentos en la oscuridad de la noche. Poder agradecerle de nuevo lo que tengo y lo que soy. 

Al vivir fuera de Huelva, este año he valorado mucho más el volver y poder disfrutar con mi familia. 

Algo más que tengo que agradecerle a Dios...

viernes, 7 de abril de 2017

¿Por qué me pasa esto a mí?

Esto me preguntaba mi amiga mientras nos tomábamos una cerveza en una terracita donde daba el sol y las ganas de hablar y de compartir cosas. 

Me preguntaba esto porque ella se da mucho a la gente. Ayuda a las personas que lo necesitan, a sus amigas, a compañeros de trabajo...y se la juegan. Y ella aprende. Pero a la segunda o a la tercera.

Como yo soy igual le dije que nos pasa esto porque confiamos en la gente, en las personas, en el ser humano. Además somos de dar segundas oportunidades y como no hay dos sin tres, viene una tercera.

Y vienen las decepciones, las lágrimas, los vacíos y nos preguntamos "¿Por qué me pasa esto a mí?" Para recuperarnos nos pasamos un tiempo desconfiando, recordando que nos la jugaron, jurándonos que una y no más y que jamás volveremos a pasar por lo mismo. Pero pasamos. Porque somos buena gente, porque si nos piden ayuda la damos, porque si alguien se siente mal y nos necesita, acudimos.

Y acudiremos. Porque confiamos en las personas y no deben pagar justos por pecadores. Somos así, no aprendemos con los palos. 

Pasarán los años, nos llenaremos de experiencias y vivencias y nos seguiremos preguntando "¿Por qué me pasa esto  mí?".