miércoles, 20 de marzo de 2013

Redes

Si a estas alturas dijera que me ha hecho ilusión leer un tuit bonito sobre mi no sería nada nuevo, si digo que ha sido de una persona que no conozco personalmente, tampoco. Y es que, a muchos, eso ya no le sorprende. Nos estamos acostumbrando a tener seguidores en el blog, en facebook, en twitter en cualquier medio digital. 

A mi me sigue sorprendiendo ese tipo de mensajes. El que he leído hace unas horas es de una chica que no conozco personalmente, no la he visto en mi vida y tampoco nos hemos cruzado por la calle porque ni siquiera vivimos en la misma ciudad. Hemos intercambiado varios mensajes, nos hemos caído bien y sin más escribió algo bonito para mi.

Y a mi me ilusiona.

Soy de las que si van a escribir un comentario lo piensa antes, si mando un beso es sincero y si algo no me gusta lo digo pero sin ofender. ¿No hacemos eso en la vida real? 

Me gustan las redes sociales y soy lo más activa posible en ellas. No le veo sentido estar en una red y no aportar nada, no escribir nada, no compartir nada. En la red he conocido a gente fantástica y gente fantasma. De estos últimos para qué hablar. Gente importante. Me gusta interaccionar con las personas a las que sigo, agradecer a los que me siguen a mi. Gracias al mundo 2.0 he podido acercarme a gente que creía que jamás lo haría. Es curiosísimo estar en tu casa, en el sofá, con la chimenea encendida o en la terraza tomando un café y poder estar hablando con alguien que está en Madrid o Nueva York. 

Me hago la siguiente pregunta, ¿Nos acercaríamos a una persona desconocida en la calle para decirle cualquier cosa? En la red, si alguien escribe "hoy estoy triste" "tengo un bajón" "vaya chasco de día"... las preguntas y los "ánimo" se multiplican, si vemos en una cafetería, centro comercial, autobús o en cualquier sitio a alguien que lo está pasando mal ¿Le preguntamos que le pasa? ¿Le damos ánimos? Para nada, al menos yo no soy capaz, sin embargo con un teclado y una pantalla por delante si. 

¿Preferimos el contacto a través de una red social? ¿Somos nosotros realmente? ¿Son amigos verdaderos los que, como nosotros, están detrás de una pantalla?  Yo tengo experiencias muy buenas gracias a la red y otras no tanta. Lo que si es cierto es que esta forma de comunicarse, buscar información y relacionarse es una maravillosa ventana al mundo. 

Soy una persona tímida y si me dicen algo bonito me quedo cortada, me pongo colorada y es curiosísimo pero en la red siento lo mismo. 

¿Es mejor esta forma de comunicarse y conocer gente que la del contacto físico?