Con el cambio de estación tengo que hacer recuento de la ropa que tengo, de la que no, de la que necesito, de la que no necesito pero me gusta y quiero tenerla, pero sobre todo me entra esa necesidad mezclada con angustia porque no tengo zapatos que ponerme. ¿No? ¿Seguro? Bueno, si tengo porque desde el último otoño invierno hasta el que empezamos no se han desintegrado. Los tengo guardados en el vestidor, pero existe esa necesidad de estrenar.
El documental que lleva por título "God save my shoes" lo habré visto una infinidad de veces, no es raro en mí el ver una y otra vez una cosa si me gusta mucho. Es interesantísimo al igual que el que lleva por título "Pasión por los tacones". En ellos cuentan cosas como que los zapatos son capaces de hacer feliz a una persona, hay gente que les pone nombres, otra mujer dice que tiene tres armarios llenos, en un armario tiene 1.400 pares y en otro 900, incluso da las claves y pautas para aprender a andar con zapatos de tacón alto.
Hay mujeres que declaran que los tienen como verdaderos tesoros, sean caros o no. Se trata de deseo no de necesidad. Durante el documental se repite mucho la palabra pasión. ¿Sentimos eso realmente o es excusa para justificar la compra masiva?
Las hay que son adictas a las botas, otras al tacón sin duda. A mi personalmente me gusta mucho el tacón, me siento cómoda con ellos, me levanta el ánimo aunque tengo que reconocer que tengo un par que son tan incómodos que sólo me los he puesto un par de veces, pero me encantan...
Series como Sexo en Nueva York habla de zapatos de un forma especial, incluso hay un episodio dedicado a ellos. Esta serie según el documental hizo que la venta del calzado femenino se incrementara más aún si cabe.
Dicen que los zapatos hablan sobre nosotras, sobre nuestra personalidad, el estado de ánimo, la forma de ser.
Tengo un par guardado que son muy especiales para mi, ya no me los pongo, tienen unos 14 años, y es curioso pero cada vez que los he visto he sentido todo aquello que sentía en la época cuando me los compré y no puedo deshacerme de ellos.
Cuando estaba escogiendo el nombre para el blog, entre todas las cosas que me gustan salía la palabra tacones, y en mi móvil, en el estado de mi whatsapp tengo un tacón rojo ¿por qué será?
Dicen que las mujeres no tenemos punto G, tenemos el punto Z de zapatos. ¿Es cierto?
(fotos: Pinterest)
Hay mujeres que declaran que los tienen como verdaderos tesoros, sean caros o no. Se trata de deseo no de necesidad. Durante el documental se repite mucho la palabra pasión. ¿Sentimos eso realmente o es excusa para justificar la compra masiva?
Las hay que son adictas a las botas, otras al tacón sin duda. A mi personalmente me gusta mucho el tacón, me siento cómoda con ellos, me levanta el ánimo aunque tengo que reconocer que tengo un par que son tan incómodos que sólo me los he puesto un par de veces, pero me encantan...
Series como Sexo en Nueva York habla de zapatos de un forma especial, incluso hay un episodio dedicado a ellos. Esta serie según el documental hizo que la venta del calzado femenino se incrementara más aún si cabe.
Dicen que los zapatos hablan sobre nosotras, sobre nuestra personalidad, el estado de ánimo, la forma de ser.
Tengo un par guardado que son muy especiales para mi, ya no me los pongo, tienen unos 14 años, y es curioso pero cada vez que los he visto he sentido todo aquello que sentía en la época cuando me los compré y no puedo deshacerme de ellos.
Cuando estaba escogiendo el nombre para el blog, entre todas las cosas que me gustan salía la palabra tacones, y en mi móvil, en el estado de mi whatsapp tengo un tacón rojo ¿por qué será?
Dicen que las mujeres no tenemos punto G, tenemos el punto Z de zapatos. ¿Es cierto?
(fotos: Pinterest)