Hay más gente de la cuenta que no va de frente. Hay gente que aprovecha el anonimato para insultar y descargar toda la mala uva que lleva dentro. Sí, hay mucho de eso todavía. Y es triste. Muy triste.
Llevo tiempo leyendo blogs. Los leo tanto de egobloggers como literarios. Al principio veía muchos de ellos, con el tiempo me he quedado con los que considero que me aportan algo. Pocas veces comento en un blog. Si lo hago es porque tengo algo que decir.
Hace unos días una chica cerraba su famosísimo blog, necesita descansar y ha decidido parar. Lleva tres años aguantando insultos detrás del conocido anónimo. No lo cierra por este motivo, ella está por encima de la falta de respeto. Los motivos son otros y tiene todo el derecho a reservarlo en su intimidad.
Hay gente que usa la libertad de expresión para insultar gratuitamente. Una noche hablaba de este tema con una buena amiga mía. Me decía algo así como "¿Qué tendría que criticarle yo a otra persona sobre su físico? Cada uno es como es."
Ya hay que tener mala uva para sentarte y empezar a teclear cosas horribles. De acuerdo, están expuestas como lo estoy yo ahora y se puede opinar. Pero ¿Qué hay de la educación? Si algo no me gusta de lo que la egoblogger en cuestión nos muestra es tan sencillo como decir por ejemplo que no te gusta esa prenda, no es de tu estilo, no te gusta el color... pero de ahí al insulto personal, a la descalificación gratuita va un trecho. Largo.
Yo tuve un anónimo desagradable. Me lo dejaron en un post sobre un experimento que puse en marcha en Navidad. Contaba que quería ver qué personas me felicitaban las fiestas de forma original. El grosero comentario venía a decir así como que tal vez nadie me felicitaría y a ver, pudo pasar pero ¿Qué necesidad tiene esa desagradable persona de escribir eso? ¿Me desea eso realmente? Lo peor no es eso. Lo malo es que se oculta como un cobarde. Cuando lo leí no quise publicarlo pero me dije ¡Qué narices! Los comentarios indeseables y maleducados también hay que ponerlos. Y lo publiqué. ¿Por qué no hacer feliz a una persona amargada que descarga su mala leche en el teclado? A mi me gusta hace feliz a la gente y más si son celosas y amargadas, me gusta ponerle el puntito de azúcar en su desgraciada actitud.
De verdad, si vuelvo a tener un anónimo querría que me dijera su nombre porque la gente tiene que dar la cara, hay que ir de frente. Lo otro está muy, pero que muy feo.