miércoles, 7 de marzo de 2012

Aquí lo que sobra es gente...

Esto es lo que dice una sevillana sobre las personas que van al Rocío sin gustarle, que lo critican pero van, que no sienten fe por la Virgen del Rocío pero allí están...y que siguen yendo, y yo me pregunto "si no te gusta ¿para qué vas?, si no es tu ambiente ¿por qué vuelves?"

No es del Rocío de lo que quiero hablar en este post. Quiero hablar de personas que viven en España por "gusto" no por necesidad pero que se quejan, protestan, exigen...

Nunca fui racista, no soy dueña de mi nación, pero sí exijo un respeto, un saber estar porque, es mi tierra donde mis antepasados lucharon muchísimo para que hoy estemos tan bien como estamos. Y no le ponemos puertas al país, están abiertas para entrar y siguen abiertas para salir. Entonces, ese tipo de personas que viven aquí y no están a gusto porque no les gustan nuestras costumbres, nuestras ciudades, nos critican, nos infravaloran, están en desacuerdo con el sistema, ¿por qué no vuelven a su país de origen? Será que en España se está mejor.

Hablaba con un amigo hace unos días sobre este tema; tengo costumbre de recopilar algunas opiniones para poder plasmarlas aquí, y me decía que los inmigrantes lo han hecho racista, que él no quiere que estén aquí porque pretenden tener los mismos derechos que nosotros y vienen exigiendo algo por lo que no han luchado.

Insisto en que no soy racista, pero sí quiero que se respete el país o la ciudad donde viven, porque aquí se acoge a todo el mundo, y si a mi me exigen lo mínimo cuando salgo fuera de mi frontera, yo exijo lo mismo.

Entonces, a todas esas personas que no están a gusto, que no están de acuerdo con el sistema, que no les gustan nuestras costumbres, no pasa nada por volver al lugar de origen porque como dice la sevillana "aquí, lo que sobra, es gente".

(texto escrito basado en una experiencia personal)

4 comentarios:

  1. Cuanta razón tienes madre!!. Buen post, eso sí, un tanto polémico. Pero hablando se entiende la gente, no?.

    Bss guapa

    ResponderEliminar
  2. Muy buen post amiga está demás recordar a todos que yo tampoco soy racista aunque seguro que dando mi opinión lo parezca, en mi barrio hay mucha población extranjera y es dificil entender porque tenemos que dejar de tener crucifijos en nuestros colegios para no herir su sentimiento religioso y si yo voy a su pais a vivir donde estarían los derechos que ellos nos exigen a nosotros??? ya se donde!! me tendría que poner un pañuelito por c... tapando mi pelito y no tendría ni voz ni voto tendría que seguir las reglas de su país, sin embargo aqui hay que
    permitirles que vallan como les dé la gana y encima acoplar nuestro entorno a ellos pero que pardillos que somos, esto no pasa en ningún sitio en fin ... que soy menos racista que ellos son con nosotros, ellos nos dicen blancos y por lo visto no está mal, ahora di tu negro,jajaja venga dilo verás de que te tachan los defensores de tonterias; de manera despectiva nos dicen los cristianos estos... vale diles tu : los moros estos... jolín que fuerrte al final me voy a creer que soy racista jajaja en fin ahí lo dejo y a pensar cuantas situaciones de injusticia hemos pasado con estos ingratos.

    ResponderEliminar
  3. Ay Gema.... primero que nada hola!

    En segundo lugar un aplauso a tu sinceridad. El tema que planteas es muy controversial y puede herir muchas sensibilidades.
    Yo creo que no es cuestión de ser racista, sino que las circunstancias que nos rodean no han hecho rechazar en cierta forma a la gente de fuera. La verdad es que es muy fácil criticar, lo mismo pasa en los trabajos de gente que nunca está conforme con nada, y sino les gusta por qué siguen ahí?
    Lo más pena me da que después de haber acogido a tanta gente extragera, ahora tengan que ser los españoles que nos tenemos que marchar porque el país no puede con tanto.
    Creo que de este tema podríamos hablar siglos...
    Me ha gustado mucho.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Es muy fácil tachar de racista al que solamente pide respeto. Un beso

    ResponderEliminar