jueves, 3 de noviembre de 2011

Nadie hablará de nosotros cuando hayamos muerto.

Pero, ¿nos acompañarán en nuestro último momento?. ¿Sabemos con total seguridad quien vendrá a nuestro funeral? ¿Lo hemos pensado alguna vez? Vi una película (no me acuerdo ni del título ni de de los actores) pero recuerdo una escena. El protagonista quería saber si las personas que conocía lo apreciaban de verdad o era hipocresía, así que decidió fingir su funeral para poder comprobar que reacción tendrían sus amigos y ver realmente si lo querían en vida o no. Su sorpresa llegó cuando descubrió que fueron todos, incluso gente que él no habría pensado.


Estuve en un entierro y me llamó mucho la atención la poca gente que asistió. Se trataba de una persona poco sociable, reservada, tenía un carácter seco...y pensaba que por su forma de ser, no había tenido amistades ni gente que lo apreciara un poquito siquiera. ¿Es una hipocresía ir a un entierro? Un compañero de trabajo, hablando del día 1 de Noviembre, calificó el ir a un funeral como un teatro que nadie quiere ir pero que hay que pasar ese mal rato...y vamos por quedar bien con su familia no por la persona que ha perdido la vida.

¿De que sirve poner flores en una lápida? ¿Adorno? ¿Nos sentimos mejor si llevamos flores? ¿No es más adecuado regalarlas en vida?



Una reflexión "Vida sin amigos, muerte sin testigos"

7 comentarios:

  1. yo creo que es algo que a todos se nos ha pasado por la cabeza alguna vez, y pasamos rápido del tema porque realmente no nos gusta pensar en ello. Yo tuve un profesor, de religión, pero bastante diferente a los que solemos conocer en las aulas, que nos hizo un experimento; con su voz suave nos pidió que cerráramos los ojos y que imagináramos ese día, el de nuestro funeral, que lo visualizáramos y visualizáramos a las personas que irían,a nuestros familiares, amigos...y que imagináramos cómo de afectados estarían, que sentirían...que pensáramos en que le dirías a cada uno para consolarlo, y sobretodo que pensáramos en que si nos faltó algo por decir a esa persona que no tuviste el momento de hacerlo, un perdón, un gracias...todo para como moraleja decirnos que debíamos vivir cada día como si fuese el último y decir cada día a las personas que amamos cuanto las amamos. Los 10 alumnos acabamos llorando...siempre me acordaré de esa experiencia.

    PD:llevo tiempo sin comentar pero leelo cada uno de tus post, me encanta como escribes y como nos haces reflexionar. un Besito:)

    ResponderEliminar
  2. la muerte... un tema del que no me gusta hablar nada, por que en verdad me entristece más pensar en el dolor que provocaré a algunas personas que en quien va a ir a mi velatorio jaaja por mi que no valla nadie ... que allí solo se pasa un rato horrible

    ResponderEliminar
  3. Pues sí, muy buena reflexión para cuestionarte y analizar como ser en esta vida, aún así me da mucho yuyu pensar en mi funeral..... que me vistan muy estilosa!!!, je, je(una bromilla porque quitarle hierro al asunto...)

    Bss

    ResponderEliminar
  4. Nacemos y morimos solos y yo soy de las que piensa que lo que hay que hacer por las personas es en vida. No me gustan nada los funerales porque además no entiendo porque tiene que ir tanta gente, realmente a muy pocas de las personas que asisten sienten de verdad la perdida. Es más que nada un evento social. Yo siempre le digo a mi marido que si muero antes que el no quiero que me expongan en el tanatorio para que todo el mundo me observe,ni de coña. En cualquier caso es un tema del que no me gusta hablar porque me da pavor la muerte.

    ResponderEliminar
  5. yo no suelo ir a los entierros, pienso que si tienes que demostrar algo a alguien, mejor hacerlo en vida!!

    http://glamourporcuatrocostados.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  6. Es lo único seguro que tenemos en la vida, la muerte, creo que no nos gusta hablar de este tema pero es algo que está siempre latente.
    Yo creo que en la gran mayoría, exceptuando la familia, ir a un funeral es un compromiso y algo que hacemos mas por deber que por querer.
    Yo no suelo ir nunca a funerales a no ser que sea de un familiar o una persona muy allegada. Paso de dar mis condolencias cuando realmente (sería hipocresía decir lo contrario) las palabras es lo de menos cuando hay una pérdida.
    Solo se puede saber el sufrimiento de los que quedan, cuando se ha pasado por algo igual.

    Yo me quedo con que el cariño hay que demostrarlo en vida y sí es verdad que cuando alguien pierde un ser querido lo mínimo que espera de sus seres mas allegados mas que las palabras, es el acto de presencia, saber que hay gente que le quiere (si es que es así) y que está en ese momento para acompañarle aunque es lógico que nadie siente el dolor de ellos.
    Al fin y al cabo si el difunto era tu amigo o conocido, si has ido o no, no lo va a saber.

    Así que demostremos en vida lo que sentimos.

    ResponderEliminar
  7. hola hermana!!! maadremía, te debía este comentario desde hacía siglos! con los líos que he tenido últimamente y las faenitas de blogger cada dos por tres = 6
    Pues Gema, alguna vez he ido por compromiso a algún entierro, pero más por apoyar a la persona que a sufrido la pérdida que por el fallecido (que además, ni lo conocía). Creo que no importa cómo haya sido el fallecido en vida, uno puede ir por dos cosas, porque verdaderamente lo apreciara, o porque aprecia a quienes sufren la pérdida. Si no es por uno de estos dos casos, yo no iría a ninguno!
    Ya te lo dije en face! pero que mensaje más bonito me dejaste el otro día! Que buenas migas haríamos tu y yo, Gema!
    Un besazo!!!!!

    ResponderEliminar