domingo, 28 de octubre de 2012

Creer o no creer

Nos pasamos la vida creyendo. Cuando nos venden un tratamiento milagroso contra las arrugas, queremos creer que nos funcionará. Creemos en esas dietas milagrosas con nombres difíciles de recordar. Cuanto más sofisticado sea el nombre de la dieta, de la crema, o del producto en cuestión más nos creemos que va a funcionar. Cómo no va a hacerlo con ese precio o ese nombre...

Pero no voy a hablar de cremas caras. Sino de dos creencias que tiene sus fieles y sus detractores. El champú de caballo y la Ley de la Atracción.

Prometo que jamás he probado el champú de caballo, ni siquiera he estado tentada. El mencionado champú promete un cabello más fuerte, con más brillo, favorece el crecimiento, evita la caída...y está destinado para uso veterinario. Lo mismo que no como la comida que le doy a mi perro, porque está destinada para él, tampoco iba a exponer mi cabellera a tal producto. Creo recordar que Antena 3 emitió un programa sobre este producto. Los casos. La mayoría decía que era una estafa, no habían notado nada bueno, al contrario, irritación, pérdida de pelo, aspereza en el cabello...La opinión del veterinario, "es un producto destinado para el pelo de un animal, con un ph diferente al del ser humano y es perjudicial para la salud". Sin embargo otras personas declaraban que estaban encantadas con este producto porque su pelo seco, apagado y frágil había cambiado por completo. ¿Fue el champú o intervino algún otro factor?




La conocidísima Ley de la Atracción. Los artífices han escrito libros, hecho películas, dado conferencias y una vez que ves todo esto piensas "si me concentro en mi deseo y todos los días le dedico un ratito a mi sueño, el universo me lo dará" A ver, no creo que esto sea así, porque si así fuera ¿no tendríamos todo lo que deseamos? El universo, ¿nos da lo que queremos si lo pedimos con fuerza e ilusión? Pienso que son necesarios algunos comentarios positivos y experiencias buenas para creer con los ojos cerrados. En este apartado tengo que decir que tengo una amiga que cree en la mencionada fuerza, las cosas no le van mal y ella piensa que funciona. La vida da cosas buenas o malas ¿no? Si le echamos la culpa al destino de la mala fortuna, de la buena la responsable ¿es la ley de la atracción? o forma parte de la vida misma con su altos y sus bajos. 

El champú de caballo y la ley de la atracción ¿negocio para recaudar? ¿Necesitamos creer en algo cuando no le buscamos solución de otro modo? 

Creer o no creer ¿es esa la cuestión? ¿Lo necesitamos?



(Fotos: Pinterest)



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